Desde que el Estado Islámico se
dio a conocer en Irak en junio del 2014, el movimiento yihadista ha logrado
invadir varias ciudades protegidas por contingentes de las fuerzas de seguridad
iraquíes que superaban ampliamente en número a los atacantes.
Este mes de mayo, el EI se hizo
con el control de la ciudad de Ramadi tras meses de batallas con las fuerzas de
seguridad, Policía y las tribus sunitas que se les oponían.
Entre 400 y 800 islamistas
consiguieron arrebatar el control de la ciudad a unos 2.000 soldados gracias a
su devastadora táctica de ataques suicidas con el uso de vehículos repletos de
explosivos.
Según Soufan Group, una
organización que proporciona servicios de inteligencia a gobiernos e
instituciones, el EI utilizó más de 30 coches bomba en la ofensiva a Ramadi.
Varios de esos tenían
explosivos suficientes para arrasar una barriada. En muchas ocasiones los
vehículos fueron precedidos por máquinas de construcción para abrirles camino a
través de barreras de hormigón.
"Apenas si hay defensa
contra un coche bomba de muchas toneladas. El Estado Islámico es capaz de
superar formidables defensas estáticas mediante el uso calculado y concentrado
de atacantes suicidas", señaló el grupo.
Comentarios
Publicar un comentario